Edificio de 44 Viviendas Sociales en Tauste (Zaragoza) El origen del proyecto parte del análisis de la relación entre el espacio público y el espacio privado en una ordenación prevista por la normativa como manzana cerrada, definida por una edificación existente en el lado sur y el nuevo edificio, con planta en forma de U. La definición del espacio público interior, capaz de generar relaciones con el entorno edificado existente y de dotar de espacios atractivos de transición, mejora las condiciones de las viviendas, limitadas dado su carácter social, aportando un espacio exterior de acceso y relación. El edificio está situado en el límite Sur de Tauste, población situada a 50 km. al noroeste de Zaragoza. El proyecto evita el diálogo directo en términos formales con el entorno descontextualizado más próximo – el solar limita al norte con una zona verde, al sur con edificios de vivienda colectiva, al este con una zona industrial, y al oeste con la vía de acceso desde Zaragoza y el polideportivo municipal - siendo el espacio público interior el encargado de establecer relaciones y continuidades con los espacios adyacentes para la adecuada implantación de la actuación en su entorno. Con el objetivo de abordar el carácter urbano del interior de la manzana se plantean dos restricciones en la volumetría del edificio: la primera, encajar el aparcamiento en semisótano en la anchura de la doble crujía de las plantas alzadas de viviendas, renunciando a la ocupación máxima permitida para no reducir las dimensiones del espacio público; la segunda, liberar un porche de generosas dimensiones en el lado norte, bajo el edificio, que relaciona el espacio interior con la zona verde existente. Esta apertura, junto a las situadas en los lados oeste y sur del solar, el arbolado y el mobiliario urbano, contribuyen a entender el interior de la manzana como un espacio público. El proyecto también debía responder a la accidentada topografía del solar, con importantes desniveles entre el comienzo y el final del bloque, y a las limitaciones programáticas y económicas, habituales en este tipo de promociones. Los condicionantes del proyecto – la economía, presente en la elección de los materiales, y la adaptación a la topografía- se transforman en los argumentos formales del edificio mediante un lenguaje abstracto de bandas horizontales escalonadas, de color blanco y negro. Esta composición, que agrupa y ordena los diferentes huecos de las viviendas, aporta un cierto dinamismo horizontal a la rotundidad volumétrica de la manzana. El encuentro del edificio con el suelo se resuelve mediante un aplacado de piedra caliza en color blanco. En términos tipológicos, se trata de una promoción de vivienda pública de Suelo y Vivienda de Aragón, con un programa de 44 viviendas de protección oficial, de 3 y 4 dormitorios, aparcamientos y trasteros, en un bloque con planta en forma de U, de cuatro plantas alzadas que albergan las viviendas y una planta semisótano de aparcamiento. Los cuatro núcleos de comunicación dan acceso a tres viviendas por planta con doble orientación. Una de ellas es pasante, con doble circulación en torno al núcleo de servicios, a través del vestíbulo y de la cocina, comunicada directamente con el estar, ambos orientados hacia el espacio interior. En las dos viviendas restantes, el salón, en esquina cuenta con doble orientación, mientras que los dormitorios y la cocina se sitúan a cada lado respectivamente y el núcleo de servicios en el interior. La especial atención prestada desde el origen del proyecto al tratamiento del interior de la manzana como un espacio exterior cualificado tuvo un feliz corolario administrativo: al término de las obras, el espacio central fue objeto de segregación del resto de la parcela para pasar a ser de titularidad municipal, incorporándose a la red de calles, plazas y espacios públicos de Tauste. |
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